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La I.E. Diocesana La Fe de María se configura como una comunidad educativa. A lo largo de la etapa evolutiva del alumno son necesarias relaciones personales con educadores significativos, y las mismas enseñanzas tienen mayor incidencia en la formación del estudiante si van impartidas en un contexto de compromiso personal, de reciprocidad auténtica, de coherencia en las actitudes, estilos y comportamientos diarios. En esta perspectiva se promueve la figura de la escuela como Comunidad, que es uno de los enriquecimientos de la institución escolar de nuestro tiempo. La Fe de María promueve un tipo de escuela que sea lugar de formación integral mediante la relación interpersonal (Congregación para la Educación Católica. La Escuela Católica en los umbrales del Tercer Milenio, 1997, 18)

En nuestra Institución, los educadores cristianos, como personas y como comunidad, son los primeros responsables en crear el peculiar estilo cristiano. La dimensión religiosa del ambiente se manifiesta a través de la expresión cristiana de valores como la palabra, los signos sacramentales, los comportamientos, la misma presencia serena y acogedora acompañada de amistosa disponibilidad (Congregación para la Educación Católica. Dimensión religiosa de la educación en la escuela católica, 1988, 26)

SECUNDARIA

En nuestras aulas privilegiamos el modelo socio-cognitivo-humanista, por ser en nuestro medio el más apropiado para el logro de los objetivos que perseguimos dentro de la formación integral y el marco doctrinal que contemplamos.

A lo largo de las etapas formativas, vamos empleando la Pedagogía del Amor, que tiene como principio instalar en la mente del niño la valoración de las experiencias que conforman la vida y la aceptación del entorno y de sí mismo, para facilitar la adaptación al mundo. La base para implementar la Pedagogía del Amor es el entrenamiento de los adultos en un lenguaje armónico y en el manejo de sus sentimientos y emociones para que el niño sea acompañado por alguien digno de imitar y que le permita desarrollar la confianza en los adultos y en el mundo.

Desde ésta pedagogía los adultos le mostramos a los niños que el mundo al que llegaron es un lugar maravilloso para aprender a ser mejores cada día sin miedo, que la orientación la pueden encontrar en los adultos que tienen cerca, que los errores nos hacen mejores si los aprendo a aprovechar para aprender sin necesidad de castigo ni agresión, y  sobre todo que cada ser humano tiene en su interior la capacidad para ser feliz, para tener paz y servir, es decir para construirse a sí mismo como una persona de éxito.

PEDAGOGIA_AMOR

La Pedagogía del Amor es aplicable tanto a los niños como adolescentes y jóvenes, pues todos estamos en un proceso de aprendizaje y en éste necesitamos información nueva para manejar los conflictos de una manera diferente que genere paz y armonía.

Es necesario que el docente reconozca y acepte al estudiante ayudándolo a incrementar y desplegar sus valores y aptitudes, lo mismo que a corregir y encaminar sus carencias y defectos, evitando eso sí las comparaciones, más bien, se trata de aceptar que todos somos valiosos, aunque con defectos que debemos tratar de corregir. Para mejor orientar a los estudiantes, se deben establecer compromisos y el cumplimiento de los mismos debe ser obligatorio, es decir el maestro debe tomar sus decisiones serenamente y ser firme y cordial a la hora de ejecutarlas. Un carácter comprensivo, el equilibrio emocional y la paciencia, son instrumentos del maestro para comprender situaciones difíciles y resolverlas.

Modificar actitudes es un reto que nos plantea la pedagogía del amor y este llamado se constituye en una permanente autoevaluación del quehacer pedagógico de toda la Comunidad Educativa.